Policiales

Se creía que era un crimen pero terminó siendo suicidio

Las pericias de deflagración realizadas en La Plata determinaron que el anciano encontrado muerto en su vivienda realizó el disparo mortal en su sien derecha. Igual, fue procesada una mujer pariente de la víctima por “hurto” ya que el arma de dónde salió el proyectil no fue encontrada.

MIRAMAR (Corresponsal).- Tras varios meses de investigación, la fiscal Ana Caro confirmó durante las últimas horas el suicidio de Héctor Pla (87), quien apareció muerto con un disparo en la sien derecha, el pasado 23 de febrero en Miramar.

La información fue dada a conocer tras los resultados llegados desde la Asesoría Pericial del La Plata, en donde el dermotest determinó presencia de pólvora en una de las manos del anciano lo que a su vez comprobó sus intenciones de quitarse la vida.

No obstante, la titular de la UFI local dijo a LA CAPITAL que “una mujer, familiar de la víctima, la cual tenía contacto periódico con el abuelo fue procesada por ‘hurto’ ya que nunca se encontró el arma implicada”.

“Esta señora tenía libre acceso a la casa, seguramente con unas llaves que había fuera de la propiedad porque no había aberturas forzadas”, argumentó Caro.

Cabe señalar, que Pla fue encontrado por su nieto el martes 23 de febrero recostado sobre un sillón de su casa situada en la intersección de las calles 38 y 1 de Miramar con un disparo en la sien derecha. De acuerdo a lo reconstruido por la fiscal, el mismo chico lo había visto previamente y habían dialogado con total normalidad.

Ese mismo día, en horas del mediodía, el joven se dirigió nuevamente a la casa para llevarle a su abuelo unos chocolates. Como tenía llave de la vivienda entró sin problemas pero se encontró con la escena.

La autopsia realizada en la morgue judicial de Mar del Plata determinó que el deceso databa de la madrugada del mismo día y que la causa había sido la lesión producida por un disparo de arma de fuego. De todos modos, en un principio el nieto no advirtió la herida en la sien o, al menos no la relacionó con un disparo.

Pero lo que más llamó la atención de los investigadores fue que daba la impresión de tratarse de un caso de suicidio, con la salvedad de que no había ningún arma en el lugar. Pla estaba recostado sobre el sillón y según los forenses que efectuaron la autopsia, en ese mismo lugar se produjo la muerte.

En el resto de la vivienda, no había desorden ni otros elementos faltantes. En uno de los bolsillos del pantalón de Pla -hallado a poca distancia- había 300 pesos y en el primer cajón de un mueble cerca de 3.000, además de algunos dólares.

Arma desaparecida

El faltante del arma fue lo que retrasó todo el proceso investigativo mientras ya se sabía que la bala pertenecía a un calibre 32.

Los vecinos aseguraron no haber escuchado ladrar al perro de la víctima, por lo que se sospechaba que alguna persona allegada podría haber alterado la escena del crimen.

Finalmente, el dermotest determinó el suicidio del anciano aunque ahora los investigadores deberán determinar fehacientemente qué relación tuvo la mujer procesada con la desaparición del revólver.

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